lunes, 1 de octubre de 2012

Un buen crítico pone a pensar acerca del consumo televisivo en Colombia


Narcoaburrimiento / El otro lado



Por: | 


El crítico de televisión Ómar Rincón analiza la oferta audiovisual nacional.

Los ratings de la televisión colombiana son del aburrimiento. Por encima de 20 puntos solo han marcado el inicio de Escobar, el patrón del mal y los escándalos de Óscar en Protagonistas de nuestra tele.
Luego todo va de aburrimiento eterno. Todos cerca de 12 puntos. Y llegó El Capo 2 y no pasó nada. Se ubicó igualito que Escobar. Bueno, ¿y de El Capo 2 qué se puede decir? Que está bien hecho, a pesar de su estética a lo mafia italiana y su fraseología informativa.

Este capo fue en la 1 y ahora en la 2, una versión neoyorquina de Escobar: un narco sofisticado que viste como la mafia que cuenta El Padrino y tiene pocas palabras, todas muy sabias. El Capo 2 tiene excelentes actores (Marlon Moreno, María Adelaida Puerta, Cristina Umaña, Katherine Vélez, Natalia Jerez y Juan Carlos Vargas) que logran convencer como narcoemocionados; los directores gozan mucho con la acción y la bala y es un producto de “orgullo Colombia”: aquí sabemos hacer narco-TV.
Todo bien con El Capo 2: se deja ver, se goza, se admira la recursividad, se goza un cuento sabido y se termina seducido por estos mafiosos que son realmente muy brillantes e inteligentes. Y por eso, el comienzo es sublime de valores Colombia, valores RCN: “En nuestros países, los hombres aún en medio de la pobreza, nacemos presos de la injusticia social, la ignorancia nos ha hecho creer que somos libres porque eso nos han dicho nuestros gobernantes… no creo en las leyes, las leyes son para los débiles… por eso decidí hacer mi propio camino…” y es bonito y elegante, y viste de negro y tiene verdad. “A la colombiana” hace su propio camino más allá de la ley y la de mocracia. Hay que decir, eso sí, que el narco marca bien y produce dinero donde lo pongan.
El narco es buen negocio hasta para los legales, y mejor para RCN, Caracol y MundoFox. Y el narco es Escobar, el rey del billete Colombia: sus libros se venden bien, tiene álbum de monitas, su hijo promociona marca de ropa con su nombre y financia documental para lavar su imagen, los buenos hacen reportajes periodísticos sobre su mal y sus víctimas, y yo escribo columnitas. Y ahora, una “ficción” llamada El Capo 2 se vende como auténticamente colombiana y talento RCN.
El narco es nuestra moral nacional y nuestro relato de éxito. ¿Por qué a Colombia le va tan bien? “La respuesta es el narco”, exclaman RCN y Caracol. Y eso es lo que se vende, se exporta y se goza de la marca Colombia. A donde uno vaya fuera del país preguntan por el narco hecho melodrama y ficción: esas mujeres con siliconas, ese modo de hablar ‘chirrete’, esas maneras propias de hacer justicia, esos modos de ser felices por poco tiempo.
Y uno busca explicar y termina diciendo que de eso sí sabemos, que en eso narco somos expertos; que esas historias nos salen naturales, que a los actores y las actrices colombianas les sale fácil hacer estas historias; que mientras en la ficción Escobar es el Capo, en los noticieros cae el ‘Loco’ Barrera y en el nuevo best seller del expresidente aclara sus relaciones con Escobar. En Colombia “la respuesta (para todo) es Escobar”.
¡Viva los valores Colombia!
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión


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